El insaciable Sam Simmonds

18 06 2021
  • El número 8 de Exeter Chiefs ha anotado este año 20 ensayos en 21 partidos de liga regular, una marca que supera el récord de Dominic Chapman (17) vigente desde hacía 23 años

Cuando uno se sienta a ver a Exeter Chiefs, lo acosa la incómoda sensación de la previsibilidad. Igual que en la comedia romántica, importa poco cuántas vueltas dé el guion: se sabe que al final los novios siempre acaban juntos y que el partido se lo llevará el equipo de Rob Baxter. Las últimas víctimas de tan ineludible destino han sido Northampton y Sale, en las semanas finales de la liga regular en la Premiership. Durante buena parte de esos dos encuentros, los Chiefs fueron por detrás y parecieron incapaces de sobreponerse a la ventaja de dos rivales enérgicos, que jugaron a sangre y fuego, subidos en el entusiasmo crepuscular de los días decisivos de la competición. No hubo caso: al final, Exeter les engulló las rentas y acabó consumiendo a sus contrarios para quedarse con dos triunfos que le van a permitir jugar las semifinales de la liga en Sandy Park frente a, precisamente… Sale Sharks.

Fueron dos muestras más de una tendencia harto conocida. Las victorias de los Chiefs suelen responder al principio de inundación: donde todo parecía ser terreno yermo para que floreciera un triunfo, de pronto la corriente del juego varía y el agua empieza a subir. Antes de darse cuenta al contrario le llega ya por los tobillos, y a partir de ese momento todo el mundo sabe lo que pasará. Con la misma certeza con que las mareas cumplen su ciclo en las costas de Cornualles, Exeter engrasa la maquinaria de invasión y ya no se detiene hasta rendir a su oponente, al que no le alcanzan los baldes para achicar agua.

Ese ímpetu convencido constituye la marca de la casa Baxter, una suerte de cultura que contraviene prejuicios desde hace tiempo. Puede que nadie tenga a los Chiefs por un equipo especialmente generoso en cuestiones de ataque, pero la realidad es que ningún equipo mete más ensayos en la liga inglesa: 93 hasta ahora, por los 89 de Harlequins y los 75 de Bristol, el líder de la campaña regular. Eso en lo colectivo. Pero es que, además, en el plano individual nadie anota más ensayos que su jugador franquicia: Sam Simmonds. Ni ahora ni nunca.

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Exeter: el alma de la tuneladora

17 10 2020

Los Chiefs buscan su primera Champions con un modelo basado en la irrefrenable potencia de su delantera en la 22 rival y una cultura de equipo que es reflejo de su técnico, Rob Baxter

Exeter Chiefs han anotado esta temporada hasta 18 ensayos en jugadas nacidas alrededor de la línea de cinco metros. Esa capacidad para exprimir hasta la última gota cada incursión en la zona roja del contrario no tiene equivalente en toda la Premiership y diríamos que, en general, en el rugby de hoy: Wasps suma 12, Gloucester y Saracens se quedan en 11, por comparar números. Lo esencial está en lo que subyace debajo: en el caso de Chiefs, ese mandato que tan a menudo se oye a equipos de rugby de cualquier categoría (de la 22 hay que salir con puntos) se ha convertido en una costumbre. Suelen ser siete.

Racing 92, que se presenta en su tercera final tras eliminar a Saracens, sabe a lo que se enfrenta. De sobra. Cualquiera que haya visto con algo de frecuencia al equipo de Rob Baxter tiene claro que esa característica tan definitoria del juego compone su gran amenaza. No la única, desde luego, porque también es un bloque capaz de lanzar ataques de rango largo. Pero sí su mayor granero de puntos. Y el recurso que le sirve para recuperar partidos en desventaja o finales apretados.

Si algo es Racing 92, otro equipo con diversas vertientes, es un bloque pesado. La cuestión, sin embargo, no tiene que ver tanto con el tamaño sino con la capacidad de Exeter para sacarle un rendimiento agotador a la explotación de un mecanismo en apariencia sencillo. Los franceses están bien acostumbrados a defender a base de carne la jugada preferida en el Top 14: el llamado penaltouche. Es decir el golpe de castigo que se patea a la banda para jugar el lineout consiguiente en los alrededores de la línea de cinco metros. El problema con los Chiefs radica en que su dinámica es otra, al punto de que rara vez eligen ese camino, tan común en el rugby de hoy. Antes que jugarse un lanzamiento incierto desde la touche, ellos prefieren el tap and go: reinicio rápido del golpe con un toque, para lanzar a los delanteros en distancia corta.

Nadie recurre a esa opción tanto y tan bien como los chicos de Baxter: hasta 18 golpes de castigo han jugado así esta temporada, de nuevo una cifra sin parangón en su entorno. Con una particularidad muy llamativa: no es el medio de melé el que juega rápido, para trasponer la línea de ventaja con un acelerón o un pase que ponga en acción a la línea; en los Chiefs a menudo reinicia un delantero. Con frecuencia, Luke Cowan-Dickie: el talonador choca el primero y su carga suena como un toque a rebato. A continuación la topadora se pone en marcha, hasta la conquista.

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