Quade Cooper, que estás en los cielos*

5 12 2013

Con un año de retraso, de acuerdo al reloj de nuestras preferencias, Kieran Read fue reconocido el martes como el Mejor Jugador del Año por la corte de especialistas de la International Rugby Board, en una votación en la que superó a Leigh Halfpenny (en nuestra opinión, el único que podía comprometer su galardón), Eben Etzebeh y Ben Smith (apariciones rutilantes de los dos últimos años y, en el caso del kiwi, de este último) y Sergio Parisse, candidatura que, sin desmerecer un ápice a un jugador monumental como el 8 de Italia, parece más bien un lugar común, una concesión a la geoestrategia o la nota extravagante de cada temporada: basta recordar la inclusión hace un año de Owen Farrell o, como bien señalaron algunos comentaristas en una de nuestras últimas entradas, elecciones u olvidos injustificables en ocasiones precedentes. Los premios suelen incluir este tipo de episodios: hay una literatura completa al respecto. El reconocimiento a Read, un jugador de evolución rutilante e insospechada hace apenas tres años, no admite refutación. Ahora, de él ya hablamos hace dos semanas. Ahora vamos a referirnos a un jugador antónimo de Read en muchas cosas. Si Read ha sido el mejor de 2013, podemos afirmar que Quade Cooper tal vez haya sido el mejor jugador de noviembre. Ahí queda eso: con lo que aquí hemos llegado a decir de Cooper…

Cooper afronta a la defensa galesa con un remedo de paso de la oca, en preparación de un tremendo contrapié frente a Halfpenny: el apertura wallaby ha destapado este mes el tarro de sus habilidades y acabó conduciendo con una exhibición técnica la victoria australiana en el Millennium.

Cooper afronta a la defensa galesa con un remedo de paso de la oca, en preparación de un tremendo contrapié frente a Halfpenny: el apertura wallaby ha destapado este mes el tarro de sus habilidades y acabó conduciendo con una exhibición técnica la victoria australiana en el Millennium.

Sí, sí… hablamos de Cooper. Cooper, no Hooper: Hooper es otro que, por cierto, podría haber estado entre los cinco candidatos a jugador del año con más razón que el bueno de Parisse. Hablamos de Quade Cooper, no Adam Ashley-Cooper. Sí, Quade: el neozelandés expatriado; el anatema wallaby; el primo de Maitland, el zaguero naturalizado escocés, al que le dio un alegre toquecito el día que se encontraron, hace pocas semanas en Murrayfield. Quade Cooper, el amigo de Sony Bill Williams; el veleidoso aspirante a boxeador profesional, una semana, y potencial tránsfuga al código 13 la siguiente. Quade Cooper: el frívolo, mercurial, imprevisible, guadianesco y funambulista apertura de los Wallabies. Lo que ha jugado ese hombre este otoño no tiene nombre. Lo que jugó este sábado en el Millennium fue de locura. Una suerte de culminación exuberante de su creciente influencia sobre el juego del equipo australiano en el último mes, en el que los chicos de Ewen McKenzie han dibujado una mediana redención y han recordado por momentos al equipo que deberían ser. Con Folau  (transformado en una potencia de desequilibrio creciente desde su traslado al puesto de zaguero) y con el inagotable Hooper, un chico cuyo tamaño y energía le permiten penetrar en los rucks con tanta furia como habilidad defensiva, Cooper ha compuesto un triángulo de esperanza para el equipo australiano. Australia ha jugado su mejor rugby desde el verano de 2011.

Michael Hooper escapa del placaje de Bevington en una imagen de potencia que resume las inagotables prestaciones del 7 australiano: tan bueno y persistente en defensa y ataque que ha hecho olvidar la muy pesada ausencia de David Pocock.

Michael Hooper escapa del placaje de Bevington en una imagen de potencia que resume las inagotables prestaciones del 7 australiano: tan bueno y persistente en defensa y ataque que ha hecho olvidar la muy pesada ausencia de David Pocock.

Noviembre, así, terminó con una nueva edición de esos encuentros de marcador pendular y angosto que Gales y Australia han convertido ya en una tradición generosa, y que en los últimos años tienden a finalizar siempre de la misma manera: con una ajustada pero significativa victoria de los wallabies. Los antecedentes subrayan nueve victorias australianas en los últimos nueve partidos contra Gales. Y nada menos que 18 derrotas de Gales contra los tres grandes del Hemisferio Sur en otros tantos encuentros. Un registro doloroso para un equipo que, por potencia, juventud, tamaño y aspiraciones parecía llamado a asaltar el primer escalón del rugby mundial.

Este último choque no cambió la tendencia, por más que el gafe galés contra el HS sea ya un argumento periodístico recurrente. Tampoco importó que George North ensayara al minuto y poco de partido. El arranque entusiasmado de North preludió lo que venía detrás. No fue un duelo desgarrador al estilo del que se jugó una semana antes en el Aviva Stadium, pero igualmente resultó en un formidable partido de rugby. Veloz, ofensivo, espectacular por el lado australiano en su incesante búsqueda del espacio, y tremendo en algunos esfuerzos defensivos de Gales, a quien le seguimos detectando problemas en el número 9 (Mike Phillips estuvo más en las pendencias que en el juego y aquí apostamos por la promoción a medio plazo de Rhodri Williams, a ver si rompe o no) y una preocupante indefinición en el apertura: Biggar no llega y Priestland no acaba de regresar. Además, la touche le funcionó poco y nada; y Australia empieza a solventar sus muchos problemas en la melé con soluciones tácticas que hacen picar a los árbitros, ocultan debilidades y hablan muy bien de su técnico. North aguantó la mirada a los australianos con sus dos marcas, pero en general Gales pasó la tarde haciendo placajes (algunos extraordinarios, por cierto) sobre el precipicio; y Australia tuvo ocasiones clarísimas para que su renta fuera mayor.

Finalmente, venció Australia, dirigida por la imaginación enloquecida, pero esta vez finamente ejecutada, de Cooper. Su lectura de juego, las incorporaciones en ruptura y un arsenal de trucos en las descargas subrayaron su nombre en la mayor parte de las jugadas de un equipo, los Wallabies, que terminan el año en cuarto creciente, recuperando confianza y una abrasiva interpretación del juego de ataque. Es verdad que el margen fue estrecho (26-30), pero suficiente para corroborar una impresión de aspecto paradójico: puede que Gales sea otra vez el favorito para el Seis Naciones de 2o14; y, sin embargo, no da la impresión de ser el más dotado en la actualidad para imponerse a los equipos del Hemisferio Sur.

Lo dicen las sensaciones pero también la evidencia de los resultados. Inglaterra es el que más cerca parece estar, con todos los matices que se le puedan agregar al rugby de Inglaterra, que son muchos. Este año venció a Australia y el pasado derrotó a Nueva Zelanda. Sigue sin producir el juego ofensivo necesario para dominar el mundo, pero tiene una plataforma temible en la delantera, jugadores en eclosión y un orgullo competitivo a prueba de bombas. Es Inglaterra con todas las consecuencias. Lo mismo sucede con Francia, aunque su juego y concepto de rugby produce más dudas que certezas. Aún no sabemos si Tales es una respuesta u otra pregunta. Lo único que parece indiscutible es que el flair ya no es un modelo; y que al equipo bleu resulta inútil medirlo de acuerdo a las proporciones de su pasado. Ha elegido otro camino. El problema es que el desarrollo de esa elección sigue resultando, salvo por explosiones ocasionales, insatisfactorio para lo que se le supone a Francia.

Irlanda ha atravesado noviembre en plena transición de ideas con Joe Schmidt. Los resultados dicen una cosa, poco favorable; pero el carácter sigue ahí: en uno de sus clásicos días de furia, estuvo a punto de registrar el primer triunfo de su historia ante los All Blacks. En el último Mundial venció, precisamente, a Australia, ya que hablamos de equipos del norte contra equipos del sur. De lo que vimos en estas semanas, Irlanda pareció impotente contra Australia, pero una semana más tarde demostró estar en condiciones de desarrollar un rugby ofensivo de inspiraciones sureñas. Ese es un Rubicón que los equipos del norte continúan sin atravesar. En el sur, el ataque se dirige con carácter inmediato a la explotación de los espacios, alejando el juego de los puntos de encuentro a todo trapo; en el norte, persiste la idea de construir el rugby a partir de la acumulación de fases de juego. Esa diferencia conceptual, y sus aplicaciones, está en el fondo de lo que ocurre en partidos ajustados: por qué Nueva Zelanda es capaz de ensayar en un último ataque en Irlanda o ganar en París y Londres desde posiciones de inferioridad territorial; y, al contrario, por qué Gales se queda en la orilla contra Sudáfrica o Australia, a pesar de lo estrecho de las diferencias.

Sean Lamont y Henry Pyrgos, con la camiseta exhibida por Escocia este otoño: un modelo que, por fin y aleluya, recuerda a las versiones clásicas de la camiseta del Cardo, cuando el rugby licra aún no era un concurso de diseño.

Sean Lamont y Henry Pyrgos, con la camiseta exhibida por Escocia este otoño: un modelo que, por fin y aleluya, recuerda a las versiones clásicas de la camiseta del Cardo, cuando el rugby licra aún no era un concurso de diseño.

De Italia, sinceramente, no sabríamos que decir. Parece haber dado un paso atrás que invierte las impresiones de progreso satisfactorio que hasta ahora habían adornado el periodo de Brunel al frente. Las que llevaron a la Nazionale a derrotar en Roma a Francia e Irlanda en el último Seis Naciones. Argentina cierra el año y abre la etapa Daniel Hourcade tras la implosión del modelo Phelan. Ha jugado noviembre a beneficio de inventario. Todos los juicios quedan suspendidos. Respecto a Escocia, Scott Johnson se ha tomado el otoño como campo de pruebas a medio y largo plazo. El equipo es competitivo delante, salvo por la tercera línea: necesita un número 7 puro y más progresión de Denton como 8. La idea de jugar con dos flankers cerrados le resta competencia y pelota en el break-down. El problema de Escocia tiene que ver con la escasez de recursos. Hogg, Visser y Matt Scott, el centro, están en importantes niveles, pero no tienen mucho recambio. Su ausencia rebaja las prestaciones de manera notable.

Lo más notable de Escocia este otoño fue su nueva camiseta: un diseño respetuoso con las tradiciones y que recupera el cuello como elemento indispensable en las camisetas de rugby. ¿Qué habría sido de nosotros en los 80 y 90 si no hubiéramos podido salir a los campos perdidos del mundo con el cuello levantado? ¿Qué habría sido del mito transversal de Eric Cantona? Esta nueva camiseta escocesa podrá parecer un poco demodé de lo sencilla que es, pero a uno le encanta por clásica. Y por contraste con ese totum revolutum que es la segunda equipación escocesa, con la senyera caledonia, incalificable por demás. Pero bueno.. más allá de la estética, incluso Escocia ha derrotado a los Wallabies un par de veces en los últimos años, por regresar al argumento original. A Gales, sin embargo, se le resisten las grandes piezas. Y este mes de noviembre vuelve a dejarle un punto evidente de amargura: perdió con Sudáfrica y también ante Australia. En ambas ocasiones, por pocos puntos. Las dos veces, con la sensación de no poder sobreponerse a cierto muro mental, físico o de juego, por cerca que estuviera en el marcador. La última derrota con Australia provoca su caída al sexto puesto del ranking IRB, por detrás de Francia, que la sobrepasa. Los cuatro primeros señalan el orden de las cosas: Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia e Inglaterra. Ahora mismo, los dos primeros parecen inabordables. De ellos ya no hace falta ni decir palabra. El resto tienen hasta 2015 para tratar de variar el panorama: el suyo propio y el global.

*No, no es que ahora vayamos a endiosar a Quade Cooper ni ponerle un altar dorado para rezarle. El titular es, como sabrán la mayoría, paráfrasis de una película de Pilar Miró: ‘Gary Cooper que estás en los cielos’. La sonoridad conspira a favor de este juego de asociaciones. Como tal juego, conlleva frivolidad: Quade Cooper está lejos de lo celestial aun cuando juegue como los ángeles. Y, desde luego, la serenidad, la prestancia, la entereza, la honestidad y el cuajo que transmitían los personajes de Gary Cooper le son también radicalmente ajenos al apertura australiano. Cooper, eso sí, no es tipo que huya de las balas. Si un día lo nombraran ‘sheriff’ y tratase de encontrar aliados para un duelo suicida, lo más probable es que a la hora de los tiros lo dejaran igual de solo que a Gary en Hadleyville.


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8 responses

9 12 2013
miguel1632

Kieran Read ha sido el mejor jugador de entre «los visibles» pero Alberts es el mejor jugador del 2013 por su impacto en el equipo que más ha mejorado en este año y que, en la actualidad, está más en forma.
Hansen no es el mejor entrenador, podríamos decir que ganan a su pesar y no tanto por su plan de juego sino como por no renovar un equipo que puede llegar algo quemado a 2015 y por las decisiones que ha tomado para cubrir las bajas que iba teniendo.
Y es que los All Blacks no han finalizado el año como el equipo más en forma, han notado en exceso la baja de Conrad Smith, el cual es clave en la toma de decisiones para los contraataques, por ejemplo. Y, si bien Nonu ha intentado tener más presencia en el juego, no ha podido compensar esa ausencia; además se ha anulado a Ben Smith que, desde el centro y bajo presión, no ha podido desarrollar su juego.
Respecto a Gales es el equipo que más depende del «criterio arbitral» y además son los que más han sufrido con el cambio normativo de la melé ya que el año pasado solventaron situaciones complicadas gracias a Adam Jones y sus «hundimientos».
El mayor problema de Australia es coexistir con probablemente las mejores Nueva Zelanda y Sudáfrica de los últimos tiempos, Eso y que no confían en ellos mismos ya que, al más mínimo problema, cada uno hace la guerra por su cuenta.

10 12 2013
migueltuck

A mi esta gira de noviembre de Nueva Zelanda me ha dejado muy frio. Merecieron empatar en Paris, fueron inferiores a Inglaterra en Londres y lo de Dublin fue una cosa extrañisima.
Sigo con mi cruzada particular con la necesidad imperiosa con jugadores rentables en las meles, estan a dos años del mundial y ni Mealamu, ni Hore ( que creo que se ha retirado ya ) ni Woodcock van a ir a mejor. Owen Franks, Faumuina, Coles, Crockett tienen que espabilar muy mucho porque ahora mismo estan un escalon claramente por debajo de los primeras que hay por Argentina, Francia, Inglaterra y por supuesto por territorio Bok.
Sobre la defensa, tengo la sensacion que el año pasado eran mas agresivos en cuanto a subir la linea de presion y en el placaje uno contra uno.
Creo que fue Mario en una de sus cronicas en este año que dijo que hacian una cantidad brutal de placajes dobles, y eso cuando estas bien fisicamente y las piernas te funcionan es macanudo, pero cuando estas justo de gasolina, como este noviembre, el apoyo llega mas tarde y sufres mucho en el mano a mano. En este aspecto los ingleses y los irlandeses los pasaron por encima, encajaron unos parciales bestiales que venian determinados por la poca efectividad de los placajes con sus pares.
Nueva Zelanda hoy por hoy es el equipo, el equipazo, pero deben tener en mente como lo van a ser en 2015. Hay mucho jugador de treinta y, que fisicamente bajara, que su mejor momento rugbistico poco a poco lo dejaran atras y eso hay que empezar a subsanarlo desde ayer como quien dice.
Empezando por la primera linea, añadir experiencia a mas terceras jovenes ( cosa que se esta haciendo ) e intentar añadir centros fiables alternativos a la dupla Nonu Smith, porque que el dia que cojan un resfriado se va a notar mucho.
Dicho todo esto, es impagable la cantidad de recursos tecnicos de este equipo, son de otro planeta.

5 12 2013
Pedro

Buenas, antes de nada mi enhorabuena por este blog el cual leo desde hace tiempo, aunque nunca me había animado a participar.

Solo quería hacer un breve comentario a modo de recordatorio:

Noviembre 2012:
Nueva Zelanda pasa por encima de Gales
Inglaterra pasa por encima de Nueva Zelanda

Tres meses más tarde, en la final del 6N:
Gales pasa por encima de Inglaterra, batiendo además su récord de diferencia de puntos contra este equipo.

Lo que quiero decir con esto es que si bien el rugby del hemisferio sur es mucho más constante y tiende a cumplir con las expectativas, el rugby del norte es completamente impredecible y atiende a muchísimos factores (suplentes de menor calidad, su rendimiento depende de la competición que estén jugando…).

No me preocupo demasiado por Gales, han sido finalistas de la JWC junto con Inglaterra, lo que demuestra que el rugby del hemisferio norte tiene futuro asegurado, y ojalá esos resultados en las selecciones juveniles de equipos del norte consiga equilibrar la balanza norte-sur en los años venideros, sin duda alguna será el rugby el que salga ganando.

Y a pesar de las dudas que pueda haber sembrado Gales el pasado sábado, lo que está claro es que cuando llega el mundial no parece haber tanta distancia entre los dos hemisferios.

5 12 2013
ornat

Estamos de acuerdo en que Gales fue una cosa en noviembre (peor que la de este año, por cierto) y otra muy distinta en febrero/marzo. En realidad, el debate es precisamente ese… no sólo aquí (que somos una esquina del universo oval, por decirlo de algún modo) sino en los grandes medios británicos: en cierto modo el SeisNaciones empieza a no ser una medida suficiente, porque algunos equipos (particularmente Inglaterra y Gales, pero también Francia por tradición) tienen por objetivo no ganar esa batalla mediana (y esto sin desmerecer un segundo a un torneo tan hermoso y significativo como el 6N), sino competir en la guerra de la dominación mundial: la RWC por un lado, la lucha entre hemisferios, por el otro. Y desde ese punto de vista es desde el cual se juzga a Gales. Sin perder de vista, como subrayas con mucho acierto, que en la Copa del Mundo las distancias disminuyen. Felizmente, claro, para el rugby.
Saludos y gracias.

5 12 2013
Jun

Peleida y Migueltuck; me habeís fusilado todo lo que pensaba comentar mientras leía el artículo; no tengo nada mas que añadir a lo ya dicho.

Por no estar callado; no me gusta lo más mínimo Quade Cooper, pero las cosas como son, jugando a este nivel esta entre los mejores 10 del mundo.

Gales, lo ya comentado muchas veces por todos en otros artículos, un tremendo problema en la bisagra, y como decís, lo suyo ante los tres grandes del Sur, ya empieza a parecer psicológico.

Irlanda, un dia te desespera y a la semana siguiente te enamora; nada nuevo, no ganaremos, pero sera el equipo que de algún susto y descuadre todo lo planeado, Sigo insistiendo en la entrada en el equipo de J. J. Hanrrahan y de la nueva primera linea de Munster; Archer; Kilcoyne, Sherry… no como titulares pero reemplazos muy validos.

No se ha hablado en este artículo del para mí, el equipo más fuerte de esta ventana; Sudafrica. Tremendamente fuertes y agresivos, quizá esto último en exceso. Una pena que no hayan jugado contra Inglaterra

Y Mario, totalmente de acuerdo respecto a la camiseta escocesa, si es que las de los 70-80 son preciosas

5 12 2013
ornat

Si no he hablado de Sudáfrica es porque tanto de ellos como de los All Blacks hemos hablado sin parar desde el arranque del Rugby Championship, y no ha habido cambios significativos en el juicio general: en efecto, a mí también SA me ha parecido el mejor equipo de noviembre.

5 12 2013
migueltuck

Para mi Gales tiene un problema piscologico, queda muy topicazo, pero no le encuentro otra explicacion. Un equipo que es capaz de hacer pedazos una delantera como la inglesa, ganar en Paris, y poseer gran parte de los jugadores de los Lions que ganaron en Australia, tiene que dar mas de si.
La gira de noviembre de 2014 es de aupa, pasan por el Millenium los tres grandes del sur.
Lo de los medios tienes razon, hay un problema serio, porque Phillips mientras se encuentra en sus cabales aglutina tanto juego que las decisiones del apertura quedan minimizadas y es un problema menos para el equipo, pero como ahora esta fuera de orbita ( y desde hace un tiempo ) se esta dejando ver la profundidad del problema.
Cantera viene, jugadores hay, delantera potente y 3/4 los mejores del norte. Solo queda pensar que se lo tienen que creer de verdad-

Lo de Cooper, cuando se mantiene lejos de la polemica, las acciones desleales o comportamientos chulescos gana enteros, luego puede jugar bien mal o regular, pero no te hace suplicar que lo pase por encima los pilieres del equipo rival. A mi me parece, y que se me perdone la comparacion, a Guti, puro genio y puro talento, que llegara hasta donde su cabeza quiera. Ademas ha coincidido con un 9 que le viene al pelo. Genia sin estar sobresaliente, presenta unas ventajas para jugar dinamico y generar huecos que como tenga el dia te vuelve loco. Australia a falta de presentar un pack mas solido, le ha sentado de maravilla el mes de noviembre. Tienen que empezar a aflorar mas jovenes Reds y los lesionados Higgimbothan y Pocock, veremos el superXV.

5 12 2013
peleida

y a mi que cada dia que pasa quade cooper me recuerda mas a carlos spencer. ese caracter que tu tan bien defines, tan mercurial, tan de lo que habitualmente se denomina como genio , capaz de lo mejor y de lo peor en 5 minutos .
Australia , en mi opinion, ha encontrado el camino a aplicar en el futuro proximo con estos jugadores. han jugado un gran rugby(excepto contra inglaterra) y su noviembre ha sido en tono crescendo.

lo de gales es para hacerselo mirar , parecen tener potencia suficiente para enfrentarse a los sureños pero no acaban de dar la talla, y en este caso esta claro que en los medios tienen un agujero enorme. phillips esta muy mal(a mi nunca me ha gustado demasiado) y defines mario perfectamente lo de biggar y priestland . al primero no le llega y el segundo lleva un par de años en descenso de prestaciones. con la importancia de los medios en un equipo les costara mucho todo(contra el sur) si no encuentran solucion ahi.

el seis naciones tiene favorito en los de rojo , me parecen a dia de hoy superiores a todos los demas , y si mejoran los medios podemos estar ante otra victoria galesa.

algun dia habra que hablar de north , esta jugando a un nivel soberbio.

y lo de francia merece articulo aparte llevan años sin saber a que juegan, que tipo de rugby proponen, cual es su fuerte en el campo , como se posicionan, desde luego el flair esta desterrado, pero no encuentran patron y esto amenaza en volverse endemico. y francia tiene jugadores para jugar a lo que quiera , pero ha de encontrar un metodo y un grupo definido

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